lunes, 29 de abril de 2024 00:02h.
Opiniones

El cambio necesario, o la ruina inevitable

Susana Corredor Abadías

Día a día no hacemos otra cosa que escuchar que la izquierda representa el cambio necesario, que la izquierda va a dar solución a todos los problemas, y me pregunto, ¿cómo lo van a hacer?, ¿qué estilo van a adoptar?, ¿cuál es el que se adapta más a lo que ambicionan y ansían? y por supuesto, ¿qué lugar ocupamos los ciudadanos? Me temo que los ejemplos que hasta ahora nos están ofreciendo, no son nada halagüeños.

Errejón, señaló en una entrevista que en Venezuela hay una cultura de hacer colas y que ello se debe a que la gente tiene dinero. "En algunos países no hay colas porque no todo el mundo puede. Te vas a un gran almacén y no hay cola porque la gente no puede". Con esto quiere decir, que hasta que no vea a los españoles haciendo cola para comprar artículos de primera necesidad, en supermercados con las estanterías vacías, no va a parar y considerará que su labor no ha terminado. Es increíble la desfachatez de ciertos personajes y hasta que punto consideran que llega la estupidez humana para querer hacer creer argumentos tan sumamente peregrinos.

Colau, se duplica el sueldo, respecto a lo que dijo en campaña, y debe parecernos normal, puesto que como declara que destinará en torno a la mitad, a entidades sociales, ya está justificado. Pues no, Sra. mía, las entidades sociales a las que Vd. quiere dar ese dinero, deberán acceder a cualquier subvención o ayuda, por la misma vía que el resto. Lo que está haciendo es dar el dinero a quien le da la gana sin dar cuentas a nadie, eso si verdaderamente lo da, pero el caso es que ese dinero, es de todos los españoles, y eso que hace, tiene un nombre.

Kichi, que desde que tomó posesión del cargo, se ha dedicado a incumplir todas y cada una de las promesas que hizo en campaña a los ciudadanos. Pero no importa, ahora tiene un buen sueldo, contactos, amigos influyentes, y a aquellos con los que se comprometió, a cambio de su voto, los echa de los plenos, ya no los necesita. Está claro, la campaña todo lo aguanta, pero la realidad es bien distinta y su discurso radical y su metodología ha quedado en el olvido.

Santisteve, de quien cabe destacar la absoluta falta de gestión e inactividad de su gobierno municipal y no contento con ello, pretende justificar lo injustificable con los gastos que carga al consistorio, sin ruborizarse lo más mínimo, gomina, alojamientos, viajes, algún refrigerio que otro..., alguno de ellos porque su jornada laboral es muy larga. No he visto yo a ningún trabajador, con jornadas similares, al que la empresa, le pague los artículos necesarios para retocarse.

Carmena, al igual que el resto de sus compañeros de partido, que llevando cuatro días en el cargo, nos daría para escribir un libro con todas sus contradicciones, incumplimientos, ocurrencias e incluso, perogrulladas. Pero como debo sintetizar, puedo recurrir a una de sus promesas estrella en campaña, adopción de diversas medidas en materia de vivienda, y..., ¡bingo!, de nuevo nos encontramos con que poco o nada se sabe por el momento de esa batería de propuestas iniciales, salvo algún pequeño avance, en materia de rehabilitación.

Estos son tan solo algunos ejemplos, pero que clarifican lo que pueden ofrecer, lo que están dispuestos a hacer por España, y por ellos mismos, sus familiares y amigos.

¿Esta es la izquierda que representa el cambio? ¿El cambio hacia dónde? ¿Hacia un gobierno como el que representa su gran amigo Maduro?

Creo que es vital, que nos planteemos, si ese es el futuro, el cambio, la solución y el destino para nuestro país y combatirlo con firmeza, decisión, sentido común y por supuesto, sin dejarnos amedrentar por toda una prole de iluminados y visionarios de pacotilla que basan su discurso en la demagogia barata, pero que una vez en el poder, incumplen, se contradicen y aplican la más absoluta incoherencia, entre lo que predican, o predicaban y sus actos, discriminando a todo aquel que no comulgue con sus ideas, aunque se trate de la mayoría.