Como ya sucedió en el intento de desalojo de Can Víes en el año 2014, grupos antisistema de extrema izquierda controlan y dirigen los altercados que se producen tras los desalojos de sus locales "okupados".

Mandos policiales de la Policía Autonómica catalana ya avisaron tras la primera noche de disturbios en el barrio barcelonés de Gràcia, que todos estos altercados no eran fruto de la ira espontánea de los manifestantes, si no todo los contrario, era una "kale borroka", un terrorismo de baja intensidad que ponía en grave peligro a los vecinos de Gràcia.

La policía baraja el nombre de tres grupos organizados que podrían estar detrás de las protestas tras el desalojo del "Banc Expropiat", éstos son los anarquistas, los comunistas revolucionarios antifascistas y los independentistas revolucionarios, también conocidos por las siglas de IR.

Estos últimos, son los que tienen mas apoyo institucional al ser cercanos a la CUP, recordemos que se ha visto a cargos electos en las protestas de Gràcia, como el edil Josep Garganté, un skin que lleva tatuada la palabra ODIO en sus nudillos.

La estrategia de estos grupos de extrema izquierda es clara, causar los mayores estragos posibles para que las instituciones cedan y se sienten a negociar, y por supuesto, que todo parezca un estallido espontáneo de ira popular, cuando lo que es en realidad, es una guerrilla urbana perfectamente preparada.