domingo, 05 de mayo de 2024 00:01h.

Fermín Garcés el héroe que retuvo a los etarras que mataron al primer Guardia Civil

En la vida estamos acostumbrados a ver todo tipo de héroes, de vez en cuando surgen algunos que donan cantidades multimillonarias a causas benéficas delante de los medios otros que arriesgan su vida para salvar a otra y que pueden incluso perderla y otros menos comunes que arriesgan la vida...
En la vida estamos acostumbrados a ver todo tipo de héroes, de vez en cuando surgen algunos que donan cantidades multimillonarias a causas benéficas delante de los medios otros que arriesgan su vida para salvar a otra y que pueden incluso perderla y otros menos comunes que arriesgan la vida salvándonos a nosotros.

Este caso, seguramente no haya abierto muchas portadas de periódicos ni siquiera tampoco haya pasado a ser noticia del día, pero lo más adecuado si quisiéramos resumirlo sería decir tres palabras Fermín, Garcés y Valentía. 

Las dos primeras palabras son el nombre y apellido del hombre que el 7 de junio de 1968 pasaba casualmente al lado del coche de la Guardia Civil de José Pardines Arcay un nombre que iba a pasar tristemente a la celebridad por ser el primer Guardia Civil asesinado por E.T.A, no obstante Fermín, camionero de profesión, ni corto ni perezoso se bajó del camión y agarró al etarra Txabi Etxebarrieta e Iñaki Sabasqueta.

La escena era dantesca, Pardines un Guardia Civil raso yacía en el suelo victima de un tiro efectuado por Etxebarrieta, sin parar a pensar Fermín ni corto ni perezoso aún habiendo visto el horror que podía depararle se bajó del camión y agarró uno por la ventanilla, el otro etarra nervioso le encañona y consiguen darse a la fuga, pero Fermín no se rinde.

Fermín busca el primer coche que encuentra, hay dos jóvenes les dice lo ocurrido y les ordena que sigan al coche que se da a la fuga, además avisa a la pareja de la Guardia Civil para que les siga, no piensa en este momento que el coche donde se ha metido podrían haber sido cómplices de los etarras,como por una fuerza sobre-humana para hacer justicia no va a dejar escapar a los autores de tan terrible crimen.

Llegan hasta Tolosa y avisan a la Guardia Civil, su información será clave para localizar a los dos criminales que tras un prolongado tiroteo Etxebarrieta muere, Sarasqueta será condenado a muerte su pena conmutada después saldría libre tras la ley de amnistía del 1977.

 Fermín se encuentra el agradecimiento de todo el cuerpo armado, gracias a su casi inconsciente acto de valentía ha parado él solo, a los asesinos que años después desangrarían España, tras su actuación le preguntan si pueden hacer algo en agradecimiento él responde alegre con una sonrisa que quiere entrar en el Instituto Armado, las sonrisas se cruzan entre los testigos de la prueba de valor y el valiente.

Años después Fermín será condecorado a los 87 años con la cruz al mérito de la Guardia Civil, que ya anciano ahora luce sonriente y bien orgulloso, aunque dice que solo hizo lo que tenía que hacer, él plantará la semilla del ejemplo de todos los buenos ciudadanos que condenaron condenan y condenarán el terrorismo.