En Cataluña hay actualmente 80 mezquitas salafistas que actúan como verdaderos centros de adoctrinamiento debido a que el salafismo predica el movimiento yihadista que propugna el uso de la violencia para imponer el Islam de los orígenes. La mayor amenaza que existe actualmente son las mezquitas salafistas que no están registradas y el adoctrinamiento se realizan en sitios clandestinos y la policía no puede controlar lo que allí sucede.

Tras los atentados ocurridos en París Francia decidió cerrar todas las mezquitas donde se predicaba el salafismo, la Generalitat lejos de seguir los pasos del país Galo decidió mantener las 80 mezquitas salafistas existentes en Cataluña abiertas.

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El consejero de Interior, Jordi Jané, alegó que no se puede "estigmatizar el salafismo", pese a que la mayoría de terroristas yihadistas basan sus creencias en esta versión violenta del Corán, en la que se dice que los infieles deben ser exterminados y pese a que el jefe de los Mossos de Esquadra, Josep Lluís Trapero se expresó en la misma linea de no estigmatizar el Salafismo, sin embargo advirtió que merecen una "atención prioritaria" por parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado.

Pese a que la Generalitat de Cataluña pretende quitar hierro al asunto expresando que los yihadistas no se radicalizan mediante los discursos radicales de las mezquitas salafistas sino que lo hacen a través de internet lo cierto, es que el salafismo es la rama más radical del Islam