Ausencia significativa en el palco para la final de la Copa del Rey que se disputará este domingo en el estadio Vicente Calderón de Madrid, Carles Puigdemont ha anunciado que no se sentará junto a las otras personalidades, Joan Tardà propone no jugar el partido, quizás una decisión mas coherente para quien año tras año no deja de insultar, silbar y humillar el himno y los símbolos de todos los españoles.

El palco del Vicente Calderón tendrá una asiento vacío durante la final de la Copa del Rey. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha anunciado que no se sentará junto a otras personalidades como señal de protesta por la prohibición de acceder al recinto con banderas esteladas al entender que es "una grave vulneración del derecho de expresión de miles de catalanes".

En una conferencia de prensa en Barcelona junto con el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, Puigdemont ha calificado de "grave" la decisión, dado que la estelada, ha dicho, es "perfectamente legal y democrática" y es una bandera "sostenida en las manos de millones de catalanes" que ven en ella "un símbolo de libertad".

A la espera de que el Barcelona ofrezca su versión de los hechos, se acumulan las reacciones sobre esta decisión de la Delegación del Gobierno, amparada en la Ley del Deporte. El portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya en el Congreso,

Joan Tardà, ha sido uno de los más incendiarios en Twitter, donde ha está tomando forma desde hace horas el hashtag #CopaEstelada. "Es vergonzoso que prohíban una bandera legal como la estelada ¡Que el Gobierno de Catalunya y la Junta del Barça protesten oficialmente ya!", ha escrito, aunque ha ido más allá y ha pedido no presentarse al encuentro: "Si atentan contra la libertad de expresión, tal vez lo más digno sería no ir, no jugar el partido".