"Corrent Roig" o Corriente Roja en castellano es el nombre que han tomado los miembros que han decidido apartarse de las CUP tras la aprobación de los presupuestos y el apoyo a Puigdemont en la investidura.

Las tensiones lógicas dentro de la formación anticapitalista eran evidentes desde hace unos meses cuando la asamblea dejó patente un empate a la hora de decidir si investían a Artur Mas, finalmente se han agudizado y culminado en una parte importante de las CUP que se han agrupado en "Corrent Roig" y que recriminan a las CUP haber abandonado los postulados sociales y haber dejado el propósito fundacional del partido en una declaración de mínimos.

El abandono de la lucha contra la Troika o el apoyo a un gobierno en que forman parte fuerzas reacccionarias es uno de los motivos en que han expresado sus motivaciones para abandonar las CUP.