sábado, 27 de abril de 2024 00:12h.

Junts pel Si y las CUP incapaces de aprobar en el Parlament la propuesta que acordaron

Desde 2006 Cataluña lleva inmersa en un "proceso" por llamarlo de alguna forma "soberanista" y digo por llamarlo de alguna manera, ya que en un hipotético caso de que consiguiera Cataluña la secesión, la historia contemplará el proceso más absurdo y sin sentido de toda la historia de la humanidad...
Desde 2006 Cataluña lleva inmersa en un "proceso" por llamarlo de alguna forma "soberanista" y digo por llamarlo de alguna manera, ya que en un hipotético caso de que consiguiera Cataluña la secesión, la historia contemplará el proceso más absurdo y sin sentido de toda la historia de la humanidad en que los que con más ahínco la reclamaron más desacuerdos y plebiscitos hicieron sin validez y para mayor agravio para las ciudadanos catalanes, situando a Cataluña en una parálisis política.

Tras "consultas privadas" pseudo-consultas medio autorizadas, coaliciones unitarias sin apoyo unánime, Cataluña vive uno de los capítulos más ridículos si es que es posible hacerlo más de su historia parlamentaria reciente.

En este caso se da por las vacilaciones de un pacto de por si, forzado entre las CUP y Junts Pel Sí para evitar unas nuevas elecciones que plantearon en forma de plebiscito y perdieron y en el que acordaron una desconexión inmediata.

El problema principal ahora es que la formación de extrema izquierda CUP, exige la desconexión inmediata en 18 meses como lo prometido irresponsablemente por Junts Pel Si, la cuestión es que dicha coalición aparte de las fisuras internas por el desgaste de CIU se enfrenta a la realidad que una supuesta desconexión supondría la salida del Euro, y un desastre económico total que nadie excepto la formación anti-capitalista está dispuesta a asumir.

La situación ahora se ha tornado tensa y las CUP exige desobediencia a todas las sentencias del Constitucional y el cumplimiento de los plazos, Junts Pel Sí se encuentra con que lo que prometió no lo puede cumplir, ello ha generado una situación absurda en que lo que acordaron inicialmente CUP y Junts pel Si no pueden ahora aprobarlo por miedo al desacato.