Un total de ocho hospitales catalanes, todos ellos concertados, cobran a los acompañantes por reclinar la butaca para velar al enfermo con comodidad. Dichos hospitales son los siguientes: el de Granollers, Vic, Sant Celoni, La Seu d'Urgell, Berga, Sant Pere de Ribes, Campdevànol y Blanes, cuyo servicio fue puesto en funcionamiento en 2015 y las butacas reclinables han sido comercializadas por una empresa catalana. Pese a que ha habido numerosas quejas, parece ser que hacen caso omiso, la cosa es grave ya que uno va al hospital por causa mayor y no por gusto.

Si un acompañante quiere pasar la noche en el hospital junto al enfermo y pretende reclinar la butaca para estar medianamente cómodo debe pagar la friolera de 5 euros la noche, habiendo un bono de 5 noches 20 euros, como si uno supiera cuantas noches va a permanecer el enfermo en el hospital.

Esta medida es vista por los pacientes como un afán recaudatorio. Mientras la Generalitat destina cantidades ingentes de dinero al llamado proceso separatista, el ciudadano de a pie ve mermado su estado de bienestar, situación que aprovechan los secesionistas para echarle la culpa a "España".