sábado, 18 de mayo de 2024 06:38h.

Arur Mas: "En Madrid soy el demonio, tengo cuernos y huelo a azufre"

Artur Mas vuelve a escena para analizar el actual momento político, habla de Puigdemont,  de su "paso al lado", de su regreso a la primera linea política, para acabar hablando de lo que mejor se le da, el discurso victimista. El expresidente catalán Artur Mas ha revelado este lunes que fue...
Artur Mas vuelve a escena para analizar el actual momento político, habla de Puigdemont,  de su "paso al lado", de su regreso a la primera linea política, para acabar hablando de lo que mejor se le da, el discurso victimista.

El expresidente catalán Artur Mas ha revelado este lunes que fue él quien escogió a Carles Puigdemont para sustituirle al frente de la Generalitat y que lo escogió porque es una persona que “se cree el proceso soberanista” y porque "intuía que dentro de la propia CDC y de Junts pel Sí era un nombre que despertaría consenso".

Además, ha admitido que "en parte se ha liberado" al dar este "paso al lado". Cree que con este gesto se ha "destensado" a Cataluña, dado que él había ejercido un "liderazgo muy fuerte" que había provocado que tuviera gente al lado pero también en contra. No obstante, no ha descartado volver a presentarse a la presidencia de la Generalitat. “Estoy en la reserva, pero mi voluntad es no volverme a presentar", se ha limitado a decir al respecto.



El líder convergente se ha pronunciado así en una entrevista en ‘Rac 1’, donde ha revelado también que el ‘president’ ya le ha pedido que dé una mano a nivel internacional, con acciones discretas.

Por otra parte, ha tirado de su habitual discurso victimista para vender que los "poderes del Estado" querían tumbarle "a cualquier precio" y que al final tuvo que dar un "paso al lado". También ha revelado que no le ha llamado "nadie en Madrid". “Allí soy el demonio. Tengo cuernos, cola y huelo a azufre", ha destacado.

Sobre la exigencia de la CUP para que renunciara ha dicho que era "absurda” porque “ya no respondía a una razón", sino más bien a unas "manías y unas maneras de hacer" que, a su juicio, "no sirven para construir un país".