Pablo Iglesias en una conferencia de Izquierda Anticapitalista, ha reconocido que quiere acumular poder para tener el control de las instituciones del estado para luchar contra el enemigo. Pablo Iglesias ha señalado al poder que hay detrás del periodista Francisco Marhuenda, (La Razón) a la policía y al presidente honorario del Sindicato Unificado de Policías.

El presidente de la formación ultraizquierdista reconoce que si va a una manifestación, el sería la ultima persona al que le agredirían por que utilizaría los medios de comunicación, acusando abiertamente a la policía cómo enemigo.

Iglesias reconoce que con sus actos, también lo podrían expulsar del profesorado de la universidad, (Universidad Complutense de Madrid), donde ha aprovechado para el adoctrinamiento y el proselitismo para crear activistas y manifestantes para su causa de poder personal.

Esta ansia de poder, que pretende obtener Iglesias es como un medio de venganza hacia varias personas tanto entes públicos como privadas. Donde la intención de iglesias expresada abiertamente es el uso de la violencia tanto dentro cómo fuera de las instituciones para el control social.

De esta razón se describe la verdadera intención de Pablo Iglesias Turrión en las negociaciones con el Partido Socialista en la nefasta pasada legislatura donde Iglesias exigía las carteras estratégicas a Pedro Sánchez para apoyar su candidatura cómo posible presidente del gobierno.

Pablo Iglesias aprovecha la pasividad de los partidos constitucionalistas para metódicamente alcanzar el poder. Mientras que en otros países de Europa estas declaraciones ya serían constituyentes de delito.