El 20 de abril será la fecha límite para que el Rey pueda presentar a un candidato antes de la disolución automática de las cámaras según establece la ley en caso de no haber ninguna candidatura con mayoría suficiente.

Por lo que parece y aunque muchos se empecinen en decir lo contrario, la probabilidad de elecciones anticipadas es casi segura. El fin a una rueda sin fin de contactos desde el último 21-D ha sido toda una ininterrumpida pasarela de intentos de acuerdo, golpes de efecto y hasta escenificaciones.

No obstante ayer Pablo Iglesias optó por romper la baraja definitivamente, primero pretendiendo acabar con el acuerdo de PSOE-Ciudadanos imponiendo sus particulares demandas, hecho que ni PSOE por lealtad institucional ni Ciudadanos lógicamente aceptaron. 

Prueba de ello fue ver la cara de César Luena cuando compareció tras la famosa "reunión a tres" en que expresó que la respuesta del lider de la formación morada a la hoja de negociación propuesta por PSOE es que "le importaba un pimiento" , Ciudadanos por su parte más realista sabía que lo que en realidad quería vender Pablo Iglesias como cesiones eran imposiciones por tanto no pareció tan sorprendido, además añadió que salvo un giro de 180 grados en la posición de Podemos, no es probable que vuelva a ver reunión a tres.

Pablo Iglesias no obstante no queriendo mostrarse como el "Malo de la película" hizo de la necesidad virtud y escenificó el enfado por una supuesta "intransigencia" que no era tal, ya que las propuestas trampas no pretendían agregar si no dinamitar y dejar en papel mojado el acuerdo con Ciudadanos.

Así se constató el preludio de lo que parece ser salvo "acontecimientos súbitos" el penúltimo acto de unas elecciones anticipadas que salvo una renuncia de Rajoy al liderazgo del PP (Cosa que no hará) o un cambio total de posturas de Podemos (Cosa que imaginamos también poco probable) se producirá irremediablemente.