lunes, 29 de abril de 2024 00:02h.

Sólo 70 personas piden en Madrid el cambio de calles "franquistas"

Los madrileños han demostrado hoy que están muy por encima de la política revanchista de algunos partidos políticos.Podemos llegó al poder diciendo priorizar el tema social, pero lo primero que ha hecho es remover la historia e intentar cambiar el callejero de muchas ciudades españolas. Bajo el lema “Fuera los nombres...
Los madrileños han demostrado hoy que están muy por encima de la política revanchista de algunos partidos políticos.Podemos llegó al poder diciendo priorizar el tema social, pero lo primero que ha hecho es remover la historia e intentar cambiar el callejero de muchas ciudades españolas.

Bajo el lema “Fuera los nombres de los franquistas de las calles de Madrid” la Plataforma Contra la Impunidad del Franquismo ha convocado a unas escasas decenas de manifestantes.

La escasa comitiva se puso en marcha con retraso, quizá esperando que acudiese más gente, en el cruce de las calles General Yagüe y General Varela. Dos generales que participaron en la Guerra Civil y de quienes se leyeron por megafonía unas biografías que no se ajustaban mucho a la realidad.

Tras una semana anunciando a bombo y platillo el inicio de movilizaciones para exigir a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que acelere el cambio de nombre de las calles que consideran franquistas en la capital, escasas 70 personas han acudido a la convocatoria. Una muestra de la falta de interés que tiene para los madrileños la política ideológica del Consistorio que deja de lado los problemas de los ciudadanos en aras del revanchismo histórico.

Los asistentes eran, en su mayor parte, personas mayores que corearon consignas como: “Memoria, Justicia, Reparación” o “Hay que juzgar al franquismo criminal” que eran repetidas animosamente por los escasos asistentes.

Presidía la marcha una pancarta con fotografías de supuestos desaparecidos que recordaba, por su estética, a las que adornan las herriko tabernas vascas con las fotos de los presos etarras para los que piden libertad y ayuda económica. Junto a ella, varias banderas republicanas, habituales en este tipo de marchas en una clara demostración del uso político de la memoria histórica, y pequeñas pancartas escritas a mano (con significativas faltas de ortografía) con la historia de algún familiar supuestamente inocente desaparecido durante el franquismo.