Rodrigo Sanz García de Cortázar era concejal de un modesto pueblo de Alegría, un modesto pueblo de Álava del que fue concejal por el Partido Popular en 2007, durante toda su infancia y juventud vivió con la presencia constante del terrorismo de E.T.A pero el no se amilanó, y a pesar de las reiteradas amenazas del entorno Abertzale para que abandonara Alegría, el decidió dar un paso más allá de valentía, se presentó en las listas del PP como concejal en Dulanzi.

Cuando salió concejal, entre la estupefacción de sus allegados y la rabia del entorno pro-etarra, las amenazas no se hicieron esperar desde a su círculo cercano familiar a un intento de atentado que padeció, lejos de eso nunca se amilanó y pese al miedo las amenazas y el chantaje tomó conciencia de lo que es el terrorismo y de que como dice la célebre cita "lo único que tiene pasar para que los malos ganen es que los buenos no hagan nada" fue así como en total silencio, con algo de experiencia de tiro abandonó Vitoria para ir al "ojo del Huracán" viajar a Siria para Combatir al DAESH en las milicias Rojava Kurdas en las que luchó bravamente contra los enemigos que luego sembrarían de sangre las calles de París.

Cuando su papel allí terminó, sin medios para volver intentó hacer una campaña para recaudar fondos para su regreso, pero desgraciadamente la vida no es una película americana aquí los buenos no siempre "se llevan a la chica" en España le esperaba la Audiencia Nacional irónicamente de delitos de "Terrorismo" y su ex-partido el PP en palabras de su secretario Javier de Andrés dándole la espalda afirmando "Lo que ha hecho Rodrigo no se puede hacer. La forma de enfrentarse a un fenómeno terrorista de esta dimensión, como es el ISIS, no se puede hacer de carácter individual y al margen del Estado"