Las formaciones de ideología comunista Podemos e Izquierda Unida decidieron forzar unas nuevas elecciones para así superar al PSOE y ser así una fuerza política con peso para poder negociar mejor, pero la confluencia ha sido objeto de un batacazo muy fuerte, el resultado ha sentado como un jarro de agua fría entre la formación comunista puesto que han conseguido los mismos escaños que obtuvieron en diciembre de 2015.

Pese a que en principio pensaron que la unión de los dos partidos más las diferentes mareas y partidos separatistas adheridos a Podemos multiplicaría sus votos y se podrían situar como segunda fuerza, la realidad ha sido totalmente diferente, la unión de dichos partidos ha hecho perder un millón dos cientos mil votos respecto a los comicios anteriores donde obtuvieron 6,112,438 votos (Podemos+IU) y en las elecciones de hoy han conseguido 4.947.518 (Unidos Podemos), pese a dicho batacazo electoral el líder de la formación morada ha declarado que la confluencia va a continuar hacia adelante confirmando así que Podemos siempre fue un submarino de Izquierda Unida.