El Ayuntamiento de Barcelona gobernado por la ultraizquierdista Ada Colau que decretó una moratoria hotelera que ha obligado a la suspensión de las licencias hoteleras por un año con el fin de acabar con la concentración hotelera que sufre el centro de la ciudad debido a la gran afluencia de turistas, dicha moratoria ha supuesto frenar una inversión de 3.000 millones de euros según publicó el lunes el diario ABC.

Tan solo en estos últimos meses el ayuntamiento ha paralizado 38 nuevos proyectos que han supuesto una perdida de 10.000 nuevos de puestos de trabajo, según ha estimado la empresa de gestión inmobiliaria Laborde Marcet.

de los 38 proyectos paralizados 29 no se podrán llevar a cabo en los próximos 4 años por estar en Ciutat Vella y el Ensanche calificadas  por el Ayuntamiento como zonas de "decrecimiento". 

El nuevo Plan de Urbanismo de Barcelona establece que solo podrá abrir un hotel si cierra otro y fija límites para la capacidad de los establecimientos: así, en la Barcelona periférica se ha fijado un tope de 11.700 nuevas camas.