lunes, 29 de abril de 2024 03:14h.

Podemos; un partido burgués con electorado marginal

La gente se pregunta cómo Podemos ha subido tan bruscamente en los últimos dos años, generando amor y odio entre los españoles. Pero la base electoral de Podemos es muy clara, aunque se declare obrera, a la hora de la verdad, ninguno de sus componentes participa en el sistema productivo. Más bien al contrario; hacen propuestas que perjudican claramente al trabajador.

Podemos es un partido neomarxista (un partido marxista clásico pero con una estética semi-renovada) a pesar de que, desde sus principios, se ha contradicho en su funcionamiento auto-proclamándose motor de la clase obrera.


Los tres puntos básicos del porqué el marxismo de Podemos es anti-obrero
El primero es que un obrero no busca una gran nacionalización de sus recursos, por el sencillo motivo de que todas las personas tenemos un indiscutible sentido de la propiedad y la territorialidad, algo que está inmerso en la naturaleza evolutiva de la supervivencia, sólo para beneficios prácticos que realmente beneficien a la comunidad cómo al individuo, mientras que el “marginal” (Lumpemproletariado) se beneficia de que el Estado reparta todos los recursos por igual y así mejorar su estatus y pertenencias, con el mínimo esfuerzo.

El segundo punto es que siempre han intentado pactar con la burguesía y así poder introducirse en los organigramas estatales. Un ejemplo sería cómo los sindicatos convencionales han establecido una relación estrecha con la Patronal, traicionando así los intereses de los obreros. 

El tercer punto es el carácter internacionalista de los partidos marxistas, tanto por parte de la burguesía como de los marginales (lumpemproletariado). Los primeros para poder reducir costes y aumentar el control social y los segundos por envidia o celos de que el obrero pueda llegar a tener unas mínimas pertenencias y no quiera sociabilizarlas.

Un claro ejemplo de este último punto sería el “refugees welcome” en el que Podemos se posiciona a favor de ceder trabajo, hogar y beneficios a los refugiados sirios, creando así un aumento de la competitividad laboral y generando inseguridad a las zonas obreras.



Cómo Podemos atrae al “lumpemproletariado”.

Hay que entender que Marx, desde un principio, renegaba del lumpemproletariado (los marginales) por no tener consciencia de clase. Él consideraba que los marginales eran los que hacían el trabajo sucio a la burguesía realizando servicios a coste más bajo que el obrero medio y generando así una confrontación directa e inseguridad con el resto de obreros. Hay que aclarar que, cuando me refiero a (lumpenproletariado) marginales; hablo de inmigrantes sin regularizar, trabajadores de remuneración insuficiente para la subsistencia, drogadictos, borrachos, etc.
Los marginales, como no tienen propiedad y viven de la beneficencia, evidentemente tienen un gran interés en la nacionalización completa de los recursos, mientras que el obrero quiere las empresas estratégicas para abaratar el precio de los servicios y los impuestos.


Podemos un partido de burgueses.
La cúpula de Podemos, como en el marxismo más clásico, consta de pseudo-intelectuales que no conocen el mundo productivo, véase el caso más claro que es el de los que vienen de la rama de las ciencias políticas de la Universidad Autónoma de Madrid. O también gente de medios de comunicación como seria “El Gran Wyoming” que ha mostrado claramente su apoyo al partido. 
 
Estos pseudo-intelectuales se dedican a debatir cómo cambiar el mundo, debido a la frustración que sienten de no poder generar nada desde sus propias manos y de tener una cierta sensación de culpabilidad al tener un estatus socio-económico acomodado.

Cómo Podemos no puede atraer al obrero, porque se decanta por partidos que con ganas o desgana, mantienen los recursos privados de los trabajadores, se ve en la necesidad de hablar de un reparto de los recursos desmesurado del sistema social, haciendo que las clases populares paguen, mientras las clases más altas se escapan de pagar a Hacienda (aún que eso lo hacen todos los partidos) y además no invierten en puestos de trabajo generando así más paro y generando más presión contributiva sobre los trabajadores.


El “populismo” de Podemos no es gratuito
Podemos necesita de un populismo que atraiga al lumpemproletariado por, justamente, ser de psicología más básica, mientras que las clases populares reales se decantan por formaciones que más o menos buscan relativamente compatibilizar intereses. 
 
Podemos y el marxismo en general, no es que ame el lumpenproletariado, más bien lo desprecia por no ser obrero, pero como es el votante potencial es el público objetivo de Podemos de una forma instrumental para llegar el poder.