Podemos; un partido burgués con electorado marginal
14 de diciembre de 2015 (22:05 h.)
La gente se pregunta cómo
Podemos ha subido tan bruscamente en los últimos dos años,
generando amor y odio entre los españoles. Pero la base electoral de
Podemos es muy clara, aunque se declare obrera, a la hora de la
verdad, ninguno de sus componentes participa en el sistema
productivo. Más bien al contrario; hacen propuestas que perjudican
claramente al trabajador.
Podemos es un partido neomarxista
(un partido marxista clásico pero con una estética semi-renovada) a
pesar de que, desde sus principios, se ha contradicho en su
funcionamiento auto-proclamándose motor de la clase obrera.
Los tres puntos básicos del
porqué el marxismo de Podemos es anti-obrero
El primero es que un obrero no
busca una gran nacionalización de sus recursos, por el sencillo
motivo de que todas las personas tenemos un indiscutible sentido de
la propiedad y la territorialidad, algo que está inmerso en la
naturaleza evolutiva de la supervivencia, sólo para beneficios prácticos que realmente beneficien a la comunidad cómo al individuo, mientras que el marginal
(Lumpemproletariado) se beneficia de que el Estado reparta todos los
recursos por igual y así mejorar su estatus y pertenencias, con el
mínimo esfuerzo.
El segundo punto es que siempre
han intentado pactar con la burguesía y así poder introducirse en
los organigramas estatales. Un ejemplo sería cómo los sindicatos
convencionales han establecido una relación estrecha con la
Patronal, traicionando así los intereses de los obreros.
El tercer punto es el carácter
internacionalista de los partidos marxistas, tanto por parte de la
burguesía como de los marginales (lumpemproletariado). Los primeros
para poder reducir costes y aumentar el control social y los segundos
por envidia o celos de que el obrero pueda llegar a tener unas
mínimas pertenencias y no quiera sociabilizarlas.
Un claro ejemplo de este último
punto sería el refugees welcome en el que Podemos se posiciona
a favor de ceder trabajo, hogar y beneficios a los refugiados sirios,
creando así un aumento de la competitividad laboral y generando
inseguridad a las zonas obreras.
Cómo Podemos atrae al
lumpemproletariado.
Hay que entender que Marx, desde
un principio, renegaba del lumpemproletariado (los marginales) por no
tener consciencia de clase. Él consideraba que los marginales eran
los que hacían el trabajo sucio a la burguesía realizando servicios
a coste más bajo que el obrero medio y generando así una
confrontación directa e inseguridad con el resto de obreros. Hay que
aclarar que, cuando me refiero a (lumpenproletariado) marginales;
hablo de inmigrantes sin regularizar, trabajadores de remuneración
insuficiente para la subsistencia, drogadictos, borrachos, etc.
Los marginales, como no tienen
propiedad y viven de la beneficencia, evidentemente tienen un gran
interés en la nacionalización completa de los recursos, mientras
que el obrero quiere las empresas estratégicas para abaratar el
precio de los servicios y los impuestos.
Podemos un partido de
burgueses.
La cúpula de Podemos, como en el
marxismo más clásico, consta de pseudo-intelectuales que no conocen
el mundo productivo, véase el caso más claro que es el de los que
vienen de la rama de las ciencias políticas de la Universidad
Autónoma de Madrid. O también gente de medios de comunicación como
seria El Gran Wyoming que ha mostrado claramente su apoyo al
partido.
Estos pseudo-intelectuales se
dedican a debatir cómo cambiar el mundo, debido a la frustración
que sienten de no poder generar nada desde sus propias manos y de
tener una cierta sensación de culpabilidad al tener un estatus
socio-económico acomodado.
Cómo Podemos no puede atraer al
obrero, porque se decanta por partidos que con ganas o desgana,
mantienen los recursos privados de los trabajadores, se ve en la
necesidad de hablar de un reparto de los recursos desmesurado del
sistema social, haciendo que las clases populares paguen, mientras
las clases más altas se escapan de pagar a Hacienda (aún que eso lo
hacen todos los partidos) y además no invierten en puestos de
trabajo generando así más paro y generando más presión
contributiva sobre los trabajadores.
El populismo de Podemos
no es gratuito
Podemos necesita de un populismo
que atraiga al lumpemproletariado por, justamente, ser de psicología
más básica, mientras que las clases populares reales se decantan
por formaciones que más o menos buscan relativamente compatibilizar
intereses.
Podemos y el marxismo en general,
no es que ame el lumpenproletariado, más bien lo desprecia por no
ser obrero, pero como es el votante potencial es el público objetivo
de Podemos de una forma instrumental para llegar el poder.