Voy a centrarme en el propio discurso de esta nueva horda de políticos tan en boga, como el de que España es un país laico y que así lo refleja la propia Constitución. Pues bien, aún olvidándonos de tradiciones y siguiendo esa máxima, será igual de laico para cualquier religión, sea cual sea, y por tanto si no se pueden hacer distinciones, o no se deben, con cuestiones que afecten a los católicos, tampoco se deben hacer con los musulmanes.

Si a un ciudadano o colectivo, por cualquier motivo, las fechas de la selectividad, "no le van bien", no tiene la posibilidad de cambiarla a su antojo, sino que pierde la oportunidad de examinarse, pero resulta que en España, donde parece que hay un denodado esfuerzo por enterrar al catolicismo, ahora nos tenemos que mimetizar con las costumbres y tradiciones musulmanas y qué mejor, que adaptando nuestro sistema a sus necesidades.

¿Qué será lo siguiente?, que para no ofender, como dijo un conocido de los nuevos políticos progresistas, a nuestros hermanos musulmanes, todas las mujeres debamos cubrirnos el pelo, o quizá es que esto, se va a hacer a cambio de que cuando vayamos a un país musulmán no debamos cumplir con ningún requisito concreto en relación con nuestra vestimenta a la hora de visitarlo o es que vamos a contar con Iglesias para poder ir a rezar cuando queramos hacerlo. 

¿Se trata de un quid pro quo? Porque de momento las evidencias son otras, son las de que aquí debemos ser nosotros los que nos adaptemos a las costumbres de los demás en lugar de ser ellos los que se integren en las nuestras. Qué verdad es que a tu casa vendrán y de ella te echarán.