sábado, 04 de mayo de 2024 00:02h.
Opiniones

Pablo Iglesias, Podemos y los dementes que inspiraron su anticlericalismo

Aunque nos pueda parecer extraña la actitud de los autodenominados "alcaldes de cambio" o de Pablo Iglesias con respecto a todo tipo de celebraciones religiosas.

Intentos de desvirtuar, ridiculizar o directamente prohibir han sido una constante de los diferentes dirigentes de la formación de extrema izquierda Podemos. Lo más curioso de esto es que se plantean este tipo de medidas como innovadoras o "progresistas" lo cual es una gran mentira histórica sencillamente porque a lo largo del siglo XIX y XX ya hubo intelectuales que hicieron el ridículo intentando hacer un anticlericalismo de cristianos, porque recordemos que el ateo no se preocupa por lo que haga la Iglesia sino que directamente se desinteresa por sus actividades, dicho esto voy a intentar exponer algunos ejemplos históricos.

El primero y mas excéntrico fueron los casos de diferentes sectores durante la revolución francesa como Robespierre o los autodenominados "Herbetistas". Maximilien Robespierre empezó aupado por la crisis debido a las hambrunas de la década de los 80 del siglo XVIII, empezó cambiando los nombres de los meses del año según las cosechas y finalmente en el auge locura acabó hablando en túnica y medio desnudo erigiéndose ante una multitud como enviado de la diosa razón.

Por otro lado los Herbetistas el sector más radical del jacobinismo llegó a pedir expropiar las Iglesias para erigir templos a la diosa razón siendo tan problemático para los sectores del propio Jacobinismo que tuvieron que huir o acabar en la guillotina.

En el siglo XX en la Unión Soviética hay un personaje que sentará cátedra en la jurisprudencia más absurda del derecho, se trata del comisario Lunacharsky el cual decidió juzgar a dios ante un tribunal del pueblo y culparle de todos los desastres naturales a lo largo de la humanidad, de las hambrunas y los terremotos, finalmente su juicio terminó con una condena a muerte contra dios que se hizo efectiva con un fusilamiento en que el pelotón disparó contra el cielo.

Existen muchos más ejemplos a lo largo de la historia de ridiculeces anticlericales en nombre de la diosa razón o de la substitución de un culto a la personalidad, por ello cuando escuchemos al señor Iglesias o a los alcaldes del cambio hablar de "avance" o "progreso" no nos llevemos a engaño, sus medidas son tan ridículas como las de sus ancestros.

No olvidemos tampoco que los ídolos más vanagloriados por Pablo Iglesias, como Dolores Ibarruri "La Pasionaria" o Manuel Azaña cuando les llegó la última hora no dudaron en llamar a un capellán para comulgar y estar en paz con Dios.