Esa debería ser su principal prioridad. No pensar solo en ellos y en lograr el tan ansiado sillón, a pesar de todos los españoles. Todos faltan a la verdad y todos intentan dejar atrás sus trapos sucios, esto es como en el colegio, "y tú más". Desde aquel que no ha tocado el poder y ya está corrompido, hasta los que lo han tenido y han dejado el país en precario, pasando por aquellos que teniendo en su mano paliar los efectos de una grave crisis jamás lo hicieron y nos sumieron en un camino hacia ninguna parte.

En esta frenética carrera por el poder, a la que se aferran absolutamente todos, poco importamos nosotros. Los que les damos nuestro voto, confiando en que todas esas promesas que ayer blandían cual bandera, no se conviertan en meras palabras vacías, que nos lleven a situaciones como las que desde hace años estamos viviendo. No deja de resultar curioso cómo son incapaces de valorar y de reconocer lo que han hecho sus partidos, años atrás, o el fracaso, en otros países, de las políticas que defienden y simplemente se centran en la crítica. Nada de lo que estamos viviendo, es consecuencia de los últimos cuatro años, nada de lo que estamos padeciendo es fruto de la incapacidad o la incompetencia, de solo unos pocos.

De aquellos barros estos lodos, o como diría aquel, la herencia que uno percibe es muy importante y marca las medidas a adoptar así como las consecuencias que ello pueda conllevar. Aunque no hace falta recurrir a expresiones o dichos que pudieran considerarse anticuados, podemos remitirnos a: "de aquellos brotes verdes (que salvo algún iluminado, nadie más era capaz de ver)..., esta desolación", o "de aquella leve recesión..., la ruina absoluta", que se lo pregunten a todos los parados, a todas aquellas familias que no son capaces de llegar a final de mes, incluso a aquellos que teniendo una situación cómoda han pasado a padecer penalidades. Se les llena la boca de medidas integradoras, sociales, de auxilio y cobijo.

Exijamos solución para nuestros problemas, exijamos medidas, exijamos compromisos que garanticen un futuro esperanzador, merecemos ser la prioridad. Merecemos que se piense en nosotros como los ciudadanos de un país, España, que lucha por aquellos que han contribuido a levantar el país. Exijamos una España fuerte, con miras de futuro, con una firme evolución, que nos dote de unos sólidos cimientos. Nos merecemos la oportunidad de sentirnos orgullosos de ser españoles y tenemos la oportunidad de hacerlo. Olvidemos el recurso fácil del voto útil, ignoremos la demagogia barata, y ya que muchos de ellos piensan en ellos mismos, pensemos por nosotros mismos y démonos la oportunidad de ver nuestros deseos hechos realidad. Por nuestro futuro, por el de nuestros hijos, por una vida digna y que nos dignifique.

Susana Corredor