El primer mensaje de Fin de Año del President de la Generalitat, Carles Puigdemont, reunió 269.000 espectadores ante los televisores catalanes y tuvo una cuota de pantalla del 12,1%.

Esta cifra mejora ligeramente la audiencia que logró el expresident Artur Mas en su último discurso de Fin de Año (263.000 telespectadores), pero se sitúa como el segundo menos visto de todos los que han pronunciado los presidentes de la Generalitat en los últimos doce años.

La audiencia que consiguió el mensaje de Puigdemont, de hecho, es bastante similar a la que tuvo la entrevista a la líder de la oposición, Inés Arrimadas (219.000 espectadores), el 14 de diciembre de 2016 en horario de máxima audiencia por TV3. La diferencia es únicamente de 50.000 telespectadores.

Se da la circunstancia de que el entonces diputado de Junts pel Sí, Jordi Cuminal, criticó en una comisión de la CCMA en el Parlament que “Arrimadas hizo la peor audiencia de la historia desde que se hacen entrevistas a la cabeza de la oposición”. “Una mala audiencia que sirve para demostrar que la Corporació hizo lo que tenía que hacer, que es cumplir con los mandatos que respecto al pluralismo le da el Parlament y su marco legal a la hora de desarrollar sus funciones”, añadió.

Otra prueba más de que tanto el proceso secesionista como la televisión pública catalana, cotizan a la baja.