Después del revuelo mediático que hubo la semana pasada cuando el gobierno municipal de Barcelona al mando de la alcaldesa populista Ada Colau afirmó que reclamarían la licencia de obras del templo sagrado porque nunca se había cobrado y que se reuniría próximamente con los responsables del Patronato de la Sagrada Familia «para buscar conjuntamente una solución a la falta de licencia constructiva del templo, teniendo en cuenta en todo momento que esta obra tiene que comportar con las mismas condiciones que el resto de procedimientos y actuaciones que se llevan a cabo en la ciudad».

Los archivos históricos siempre guardan sorpresas y la joya que se ha encontrado en el distrito de Sant Martí de Provençals, la licencia se encuentra allí porque enn 1885, Sant Martí dels Provençals no era un distrito de Barcelona, sino un municipio independiente. Por este hecho esta una sorpresa ha dejado en ridículo al equipo de gobierno del consistorio barcelonés, la Joya es la licencia de obras de la Sagrada Familia fechada en Barcelona el 20 de abril del año 1885 y firmada por Bocabadella.

La solicitud de la licencia de obras fue pedida por José María Bocabella y Verdaguer; vecino de Barcelona, con domicilio en la calle Princesa, 28, y rezaba así:

 “Con el mayor respeto, expongo que soy el propietario de la manzana delimitada por las calles Marina, Provenza, Cerdeña y Mallorca, situada en el término municipal de San Martín de Provensals”. Lo que quiero hacer allí es construir un monumental y grandioso templo católico, rodeado de edificios (...) y talleres para la clase obrera y de jardines para el esparcimiento y solaz de la misma”.

Bocabadella añade que “igualmente habrá de ser motivo de embellecimiento y ornato público en atención a la grandiosidad de las obras”, por lo cual “suplica (que el Consistorio) le digne concederle el correspondiente permiso de edificación (...) libre de los derechos municipales que pudieran corresponder”.

“Dios guarde a V.S. muchos años”, termina la instancia, fechada en Barcelona el 20 de abril del año 1885 y firmada por Bocabadella.