TV3 hace años que ha dejado de ser una televisión al servicio de todos los catalanes para convertirse en un medio de propaganda para el proceso secesionista catalán, todo esto, pagado con el dinero de todos los contribuyentes.

Si se suman los presupuestos de todas las televisiones autonómicas, se llega a los 928,70 millones de euros, de los cuales los medios televisivos catalanes representan, con un presupuesto de 225 millones, el 24,25% de todo el pastel.

O sea, uno de cada cuatro euros que circula para pagar las señales autonómicas es absorbido por TV3 y los otros canales públicos catalanes. Teniendo en cuenta el porcentaje de población, a cada catalán estas señales le cuestan 29,92 de euros al año.

Sin embargo, por habitante no son las más caras: mucho más sale a pagar en el País Vasco (56,05 euros por persona, con un presupuesto de 122,7 millones) y los medios públicos de Galicia (a 38,85 euros por habitante, al tener un presupuesto de 106,8 millones de euros).

En tanto, a los españoles les cuesta 20,28 euros mantener la estructura de Radio y Televisión Española, que tiene un presupuesto que supera a la totalidad de los medios autonómicos: 948,70 millones de euros, con una plantilla de 6.354 personas.