Normalmente las personalidades públicas tienen una imagen de cara a la galería, donde exhiben diferentes sensibilidades conforme aquello que les exigen sus perspectivas electorales y sus exigencias de agenda política,no obstante también como todo ser humano no dejan de tener una vida privada en la que esconden las más múltiples aficiones.

1. Fidel Castro: El conocido mandatario cubano famoso por su afición a los puros también esconde otras dos aficiones insólitas más, la primera la pesca submarina la cual ejercía de forma diaria en su yate personal, la otra por curiosa que parezca es la genética bovina y la curiosidad por la mezcla de especies vacunas para aumentar la productividad de leche.

2. Felipe González: El ya ex-presidente del gobierno a parte de su actividad política destacada y su carrera como asesor también tiene una insólita y poco conocida afición, se trata del cultivo y cuidado de bonsais los cuales con gran esmero en la Moncloa durante sus años de presidencia coleccionaba y podaba.

3. Hassan II de Marruecos: El ex-mandatario marroquí, y padre del actual rey Mohammed VI tenía una afición casi fanática por el golf, se comenta que durante los años de mandato del Rey de Marruecos en los carteles de propaganda salía con su indumentaria más deportiva y que cada palacio que edificaba incluía su correspondiente campo de golf

4. Abu Bakr Al Baghdadi: (Líder de DAESH Estado Islámico) como su antecesor en Al Qaeda este líder del auto-denominado Estado Islámico y uno de los hombres más buscados del mundo tiene una auténtica fascinación por el fútbol, posición de la cual llegó a jugar de delantero y de gran calidad al igual que Osama Bin Laden.

5. Jose María Aznar: Quizás una de las más conocidas de las aficiones del ex-presidente es el Paddel y su tradicional partida de dominó que jugaba en Quintanilla de Onésimo.

6. General Francisco Franco: La aficiones más conocidas del ex-jefe de estado, fueron la caza la cual ejerció de forma muy habitual, la pesca en el yate "azor" y otra menos conocida que se trata del visionado por el cual tenía especial predilección en su sala privada del Palacio del Pardo.