Días después de estar en el disparadero por que una de sus colaboradoras quemara una Constitución española en directo, la televisión pública catalana apuesta por la expansión, es decir, que todos los contribuyentes tendremos que pagar para que desde el ente público se siga haciendo propaganda separatista y se siga ofendiendo a los catalanes que no comulgan con esa ideología excluyente.

Recordemos que la colaboradora que quemó la Constitución, Empar Moliner, cobra 46 mil euros al año sólo por un espacio de 5 minutos diarios y que se ha escudado en su delictivo hecho alegando "libertad creativa".

La Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) ha aprobado un anteproyecto de presupuestos para este año por un importe de 337 millones de euros, por lo cual ha pedido 26 millones más a la Generalitat, según anuncia su nueva presidenta en funciones, Núria Llorach, en la correspondiente comisión parlamentaria.

Después de años de reducciones, la CCMA opta por la expansión. El presupuesto del 2015 era de 304 millones de euros.

El único grupo que criticó el incremento de la asignación presupuestaria fue Ciudadanos, que en boca del diputado Carlos Carrizosa indicó que a la televisión catalana cada "punto de audiencia" le sale mucho más caro que al resto de televisiones españolas.