La mala imágen del gobierno separatista de Puigdemont empieza a traspasar fronteras, buena prueba de ello es el reiterado descontento que manifiestan los diferentes miembros de los distintos cuerpos diplomáticos de la Unión Europea a los que desde las mal llamadas embajadas (Ya que tienen como objeto la promoción turística) son llamados bajo súplicas a mantener reuniones con los diferentes diplomáticos de los países miembros.

Cuando se produce la reunión los embajadores las cuales según la Generalitat falsamente prohíbe el gobierno del estado, los representantes de los países convocados se encuentran con una interminable "perorata" sobre la situación del "supuesto conflicto". Lo que empieza siendo como una simple reunión sobre la situación de las empresas en Cataluña de los países interesados, acaba publicado en la prensa con filtraciones y mentiras de supuestos "reconocimientos de Cataluña como estado", lo cual ha causado gran malestar a los diferentes cuerpos diplomáticos que se han reunido con las oficinas de Cataluña en el exterior.

Datos de futuras inversiones, acuerdos de ámbito regional confiando en la marca España son vendidos como supuestos logros de la causa separatista lo cual molesta y no poco a los países miembros cada vez más reticentes a reunirse con éstas delegaciones.

Otra obsesión que han denunciado es por "La foto" y las mentiras sobre los propósitos de los encuentros de este hartazgo han dado buena cuenta al Ministerio de Exteriores al cual piden que tome medidas.