Tras la prohibición de la alcaldesa Ada Colau de poner pantallas gigantes alegando "motivos de seguridad" la picardía española sacó su mejor cara y haciendo uso de un acto electoral del partido Ciudadanos se lograron sortear los obstáculos.

El resultado fue impresionante, un millar de personas disfrutando de un gran ambiente sin disturbios ni altercado alguna, con muchas ganas de ver el fútbol y sobretodo con muchas ganas de ver a nuestra selección. Éstas últimas expectativas no iban a tardar mucho en cumplirse con el gol de Morata y posteriormente se verían reforzadas por los dos posteriores goles.

Del nerviosismo habitual el paseo del Arco del Triunfo se torno un mar de enseñas nacionales con cantos de ánimo a la selección, conforme se iba desarrollando el partido cada vez se acercaban más curiosos y aficionados a la selección que sorprendidos e ilusionados se unían a la fiesta.

Tras la finalización del partido victoria doble, victoria sobre aquellos que habían querido invisivilizar a los catalanes que nos sentimos españoles y victoria contra Turquía .

Los Catalanes que se sienten Españoles nuevamente volvieron a renovar su compromiso y lealtad con su patria