La alcaldesa populista de Barcelona Ada Colau fue recibida entre abucheos y silbidos mientras pronunciaba el pregón inaugural de las fiestas de Gràcia. Los vecinos del barrio mostraron así su descontento con el gobierno del consistorio barcelonés que siempre ha mostrado el apoyo a los movimientos okupas y antisistema que campan a sus anchas por el barrio, y que no dudan en destrozarlo cada vez que algo no les parece bien.

Es una paradoja que el barrio de Gràcia fuera el que más apoyo mostró a la populista Ada Colau en las pasadas elecciones municipales. Los vecinos creían que Colau al pertenecer a dicho colectivo acabaría de una vez con la problemática que se ha instalado en el barrio que no es otro que la quema de negocios familiares y quema de vehículos de gente trabajadora de clase media. Los vecinos se mostraron indignados con la complicidad de la Alcaldesa con los okupas a los que incluso les pagó 10.000 euros para que tuvieran luz en las casetas que montan con motivo de las fiestas.

Las típicas fiestas de Gràcia es un reclamo turístico veraniego que también se ha visto los afectado por las políticas de Ada Colau.