Ayer 5 de agosto, Soraya Sáenz de Santamaría confesó en Twitter que uno de los objetivos prioritarios del nuevo plan de empleo 2016 son los refugiados sirios que desertaron de la guerra contra DAESH. No es descartable que esta estrategia de aplicar políticas más propias de izquierda pueda servir para conseguir la abstención de los socialistas en una futura investidura de Mariano Rajoy.

El gobierno ha dado orden de que los refugiados sean objetivo principal para recibir ayudas, tanto en subvenciones como en contratación, dado que España tenía una tasa de paro del 20,1% (3.683.061 personas) el pasado mes de julio. Sin embargo, el desempleo que afecta a los menores de 25 años supera el 45%, lo que conlleva una alta tasa de jóvenes que emigran a otros países.

Este nuevo plan público de empleo se añade a varias iniciativas privadas de protección laboral a refugiados para generar ahorro y reducción tributaria a las empresas que contraten inmigrantes frente a desempleados españoles generando, con esta medida, desigualdad e inseguridad.

El Partido Popular intenta frenar así la ola de delincuencia y terrorismo que se viene produciendo dentro de la Comunidad Europea, desde donde viene la orden de proteger a los refugiados promovida por el gobierno alemán de Angela Merkel.

Este plan de empleo contempla una inversión estatal de 5.265 millones de euros, de los que más de 1.800 millones serán desviados a las autonomías, lo que supone casi 400 millones más que en el ejercicio del año anterior.

#CMin Plan Anual de Política de Empleo 2016: se incluyen por primera vez a los refugiados como colectivo prioritario

— Sáenz de Santamaría (@Sorayapp) 5 de agosto de 2016