Los pagos de más de 7 millones a Podemos empieza a convertirse en una pesadilla para la formación morada, la prueba más evidente ha sido la comprobación de la autenticidad de la firma de Hugo Chávez que ya fallecido presidente de Venezuela hizo para hacer la transacción a la formación de Pablo Iglesias.

Todo este huracán de sociedades pantalla, y de financiaciones por parte de países extranjeros había podido ser contenido con la habitual uso de la retórica populista de Podemos, no obstante tras las pruebas caligráficas efectuadas por la UDEF y con la colaboración de la DEA ha sumido en una presión insoportable a la formación que daba lecciones de moralidad acerca de "financiaciones irregulares"

Recordemos que la ley española no permite e incluso constituye un delito la financiación de partidos y organizaciones extranjeras con fines hostiles a los intereses del estado para evitar posibles casos de espionaje o difusión de información de seguridad nacional.

La sombra de la sospecha no obstante ya se había cernido sobre los antecedentes de la fundación CEPS el embrión de Podemos y el supuesto asesoramiento a Venezuela de dirigentes destacados como Juan Carlos Monedero el cual fue incluso colaborador del régimen bolivariano.

El otro frente que se le ha abierto a la formación de extrema izquierda es la confirmación en Panamá de que personas muy cercanas a Chávez tenían cuentas en los famosos "papeles de Panamá"