Esperas de más de 20 minutos, andenes a rebosar, trenes hasta los topes, esta es la rutina que se ha vuelto habitual para los ciudadanos de Barcelona desde la llegada de Ada Colau al consistorio municipal. Y es que los sindicatos del metro de Barcelona están en pie de guerra aprovechando la debilidad y tibieza de la alcaldesa Ada Colau.

Y es que ya son tres jornadas de huelga y "paros parciales" espaciados en un año y coincidiendo con los eventos más importantes que se celebran en la ciudad condal, primero fue el Congreso Mundial del Móvil después el festival Musical "Primavera Sound" y ahora le toca el turno al otro gran evento el Sónar 2016 para el cual ya se han convocado varios días de huelga.

Colau con su acostumbrada inacción en temas en los que participan movimientos okupas o sindicatos, la ex activista de la Plataforma de afectados por la Hipoteca se está convirtiendo parece que se ve incapaz de dejar su anterior rol y los que padecen las consecuencias son los ciudadanos los cuales tienen que despertarse hasta una o dos horas antes para acudir a su puesto de trabajo, eso sin hablar las cuantiosas pérdidas económicas y prestigio que están experimentando tanto los organizadores de eventos importantes como la propia "marca Barcelona".

Muestra de ella ya fueron las duras palabras de los organizadores del Congreso Mundial del Móvil los cuales incluso hicieron un desplante a la alcaldesa del cambio, no obstante los más afectados son los ciudadanos los cuales sufren jornadas de entre tres y cuatro días de huelga con servicios mínimos del 40% y del 20% lo que colapsa uno de los transportes que mayor uso tiene entre los barceloneses.

Por su parte los conductores de metro de los que las malas lenguas dicen que tienen unos honorarios de por encima dos mil euros siguen en huelga, en su defensa éstos dicen que los directivos cobran más.