Rita Maestre pidió entrar por el garaje y con coche oficial al Juzgado de lo Penal en Madrid y así poder evitar el 'paseíllo' tal y como pidió la infanta Cristina en 2014. Los escoltas de la portavoz preguntaron en la víspera del juicio si podía acceder desde el aparcamiento. La petición fue denegada.

Un mando y un policía pertenecientes al Grupo de Escoltas y Protección, es decir, la seguridad de los concejales municipales, acudieron el día anterior al juicio a preguntar a los responsables de la seguridad del juzgado dos cuestiones, según confirmaron fuentes policiales del Ayuntamiento de la capital.

La primera era saber si la acusada podía entrar en un vehículo policial camuflado por el garaje del edificio (una rampa situada en el lateral del mismo) y subir desde allí directamente a la sala donde se iba a celebrar el juicio, situada en la planta baja (desde el garaje ella tendría que subir un piso).

La segunda cuestión que plantearon fue si, antes de que comenzara la vista oral o durante el receso de ésta, la imputada podría estar en alguna sala o despacho aparte en lugar de estar con el resto de imputados en los pasillos del juzgado. A ambas peticiones la seguridad del juzgado respondió de forma negativa, ya que, según esgrimieron, ningún acusado gozaba de trato especial. Así, Maestre debía entrar por la misma puerta que todo el mundo.