La Generalitat de Cataluña proporcionará a las personas refugiadas y las que tienen derecho a asilo una vivienda y una prestación social que será la misma que la de un ciudadano autóctono. El nuevo plan fue presentado por Dolors Bassa, Consellera de Trabajo de la Generalitat y del secretario de inmigración, Oriol Amorós.

Este nuevo plan de integración de refugiados lo realiza el gobierno de Junts Pel Si, para seducir a la CUP para aprobar los presupuestos de la Generalitat y Puigdemont no tenga que convocar elecciones.

La Generalitat ya tiene preparadas 1.250 viviendas, de los cuales son 510 en equipamientos residenciales y 740 pisos, y cada refugiado o extranjero con derecho a residencia podrá cobrar desde 400 hasta 600 euros, dependiendo las personas y sus cargas familiares.

Para recibir este plan de ayuda, Bassa se comprometió poner la clausula de que los refugiados se deberían comprometer a estudiar el catalán para poder tener mas personas coligadas al movimiento político separatista que propone la Generalitat.

La entidad pública en plena crisis y dependencia del Fondo de Liquidez autonómico, siempre ha alentado en la importación de refugiados, aun y así con los númerosos casos de agresiones que han perpetrado a ciudadanos autóctonos en Europa Occidental. Y el claro enfrentamiento contra el gobierno central que ha evitado la entrada del número de refugiados que pedía el gobierno de Angela Merkel.

Dolors Bassa y Oriol Amorós