Una de las políticas más polémicas de la "era Colau" en el Ayuntamiento de Barcelona es la de "tolerancia a los manteros", la existencia de "zonas libres" de top manta y la defensa de este colectivo por parte de Ada Colau está creando tensiones tanto a nivel interno con la Guardia Urbana, la cual es desaprobada reiteradamente por el consistorio de extrema izquierda como con los comerciantes que actuan legalmente los cuales se ven discriminados.

Éstos últimos ya se han constituido en plataforma y tras los numerosos desaires y la total desatención de sus reivindicaciones, han decidido hacer acto de presencia en el pleno del Ayuntamiento, justo cuando se votaba la reprovación de la alcaldesa Ada Colau.

Los comerciantes han entrado con pancartas exigiendo que se frene el Top Manta y se pare la discriminación que sufren las tiendas que pagan sus impuestos legalmente y que ya de por si están sufriendo la crisis con el agravante de la competencia desleal que los "manteros" han instituido con el beneplácito de la marca blanca de Podemos en Barcelona y con la bendición de la alcaldesa Ada Colau y su primer teniente Alcalde Gerardo Pisarello quién es cómplice de este tipo de políticas que se están demostrando nefastas y que han generado un efecto llamada para el comercio ilegal de toda Europa.